Arauco tiene una pena...


"Arauco tiene una pena
más negra que su chamal:
ya no son los españoles
los que les hacen llorar.
Hoy son los propios chilenos
los que les quitan su pan."

Extracto de: "Levántate, Huenchullán O Arauco tiene una pena"

Violeta Parra


domingo, 9 de diciembre de 2012

"Sobre la marginalidad del pueblo mapuche en las obras de Graciela Huinao”. Entrevista



Entrevista a Graciela Huinao.

Para contextualizar: nuestro trabajo se enfoca en la exclusión que vive la cultura mapuche dentro de la cultura chilena, tanto en el plano educacional, como en el plano social y cultural.  Entonces, por eso, nuestro trabajo se enmarca en el análisis de sus poemas para mostrar cómo se refleja dicho sentimiento de exclusión en el pueblo Mapuche. ¿Se entiende, más o menos?
-Sí, sí.

Ya. Entonces, la primera pregunta es: ¿Cuáles son las temáticas de sus poemas?
La temática de mis poemas es dar a conocer la historia de mi pueblo porque generalmente ellos son incluidos a través del traspaso oral que me han transmitido mis abuelos, y esto lo doy a conocer a través de un libro. Yo lo veo de esa manera, es algo tan sencillo para mí, porque cuando mi abuelo me contaba las historias del pueblo mapuche a orillas de un rico mate o a orillas de un fogón, yo solamente fui resguardando la memoria y que hoy día la traspaso a un texto y la publico.

¿En qué se inspira o motiva para escribir sus poemas?
Yo creo que en las cosas diarias de la vida, porque no importa la religión, el país la raza… Yo creo que todos tenemos un espíritu, tenemos las ansias de dar a conocer parte de nuestras vidas a través de un texto. Yo creo que mi poesía no solamente pertenece a un pueblo determinado, yo trato de hacerla lo más universalmente posible, no solo en el pueblo mapuche, sino que traspase las fronteras.

¿Cuál es la realidad que pretende reflejar en sus poemas?
Fundamentalmente la realidad del pueblo mapuche. Porque si a lo mejor yo hubiese nacido en otro pueblo, también hubiera tomado el mismo sentido de dar a conocer mí pueblo. Y como mi pueblo es uno que está tan oculto y escondido, y por razones históricas nos han tratado de ocultar, desde siempre, entonces, ese es mi afán, es mi anhelo, dar a conocer esas cosas que están tan ocultas. Y bajo esa mirada o encima de una mujer, yo creo que es mucho mejor.

¿Cuál de sus poemas cree que refleja mejor esa identidad oculta?, ¿Puede recitar algún párrafo o cita de eso?
Un libro, como lleva el nombre de mi comunidad, cuyo interior tiene también el tema, yo creo que es lo que más refleja a mi pueblo. Uno como escritora siempre tiene un poema preferido. En el caso mío yo tengo uno que es largo, que se llama “La vida y la muerte de su hermana”, y uno corto que se llama “Salmo 1492”. Te lo podría recitar, dice así:
Nunca fuimos
El pueblo señalado
Pero nos matan
En señal de la cruz.
Ese es el poema, el cual ha sido traducido a muchas lenguas: inglés, francés, sueco, chino…

La siguiente pregunta tiene que ver con otros autores mapuche. ¿Usted conoce a Elicura Chihuailaf y a David Aniñir?
-sí, mucho.
Y, ¿Qué aspectos tiene en común usted con ellos?
Bueno, el principal aspecto es que somos mapuche, pertenecemos a un mismo pueblo y tenemos las mismas dificultades para poder empezar a escribir en esta sociedad, además de que los tres escribimos con respecto a nuestros antepasados, porque la mayoría de nuestros antepasados no sabían leer ni escribir. Entonces, pienso que si ellos hubiesen tenido esa posibilidad, hubiesen podido hacer lo que hacemos hoy día, testificando el genocidio, testificando el atropellamiento de mi pueblo, respecto a  una sociedad mayoritaria. Yo creo que eso nos une, que tenemos voz y alzamos nuestra voz para dar a conocer ese atropello.  Y no solo Chihuailaf y Aniñir o yo, estamos en esta parada, porque son la mayoría de los poetas de los pueblos originarios, no solo en Chile, sino que en Latinoamérica, estamos dando cuenta de todos esos atropellos que han  sido históricos, y que la sociedad mayoritaria que no sabe de ello, o personas que saben, como los historiadores,  hacen oídos sordos, para que no se sepa la historia de los pueblos originarios, la cruda realidad que enfrentaron nuestros abuelos o bisabuelos , entonces cada uno de los poetas tiene como misión dar a conocer esos atropellos.

¿Cuál cree usted que es la principal diferencia de sus textos con los de ellos dos?
Es que yo soy mujer y ellos son hombres.

¿Y en qué se refleja eso en sus poemas?
Es que uno, si bien es cierto, las palabras son las mismas, las mujeres tenemos otra intuición. Nosotras tenemos un punto de vista femenino, no feminista. Principalmente yo en particular, he ido con la palabra no solamente dando a conocer las cosas malas, sino las buenas también, porque dentro de una sociedad hay equilibrio de cosas buenas y malas. El pueblo mapuche tiene cosas buenas y malas, y yo doy a conocer ese equilibrio.  Uno como escritor no tiene que irse a un solo lado, yo pienso que como mujer no le tengo miedo a las palabras porque así me lo enseñaron a mí, a lo mejor a otras mujeres poetas originarias también. Y no sé, yo creo que eso es principalmente lo que me diferencia entre poetas hombres y mujeres. Y digamos, de los poetas masculinos, uno tiene una mirada distinta porque es mujer. Yo creo que simplemente por eso, es distinto estar en una cocina que trabajando en el campo, entonces tenemos esa visión.

A través de nuestro estudio pudimos comprobar que Chihuailaf representa al mapuche nacido en una comunidad mapuche que convive con la comunidad chilena. Aniñir, representa al mapurbe, es decir, un mapuche urbano. ¿Cómo describiría usted su identidad a través de sus poemas?
Lo que pasa es que yo también nací en una comunidad indígena y de ahí hice mi migración a Santiago. Entonces, cuando hice esta migración de venirme a trabajar acá, la hice con toda mi carga espiritual y cultural, entonces acá en Santiago, en mi departamento, cuando hago mi comida mapuche, la hago acá en el seno de mi casa, con mi familia, entonces creo que uno no puede desprenderse del lugar en que nació. Aniñir nació acá en Santiago, Chihuailaf nació en el sur al igual que yo, y él nunca ha salido del sur porque su casa siempre ha estado allá. Pero es distinto conmigo, yo emigré a la capital y tuve que arrastrar toda la vida cultural que desarrollo a puertas cerradas, pero con todo el bagaje que me han entregado mis antepasados, con mi forma de cocinar, yo siempre veía a mi abuela cocinando y uno trata de acordarse acá para arrastrar esos sabores y olores que son tan propios de las comunidades indígenas del sur que lamentablemente se han ido perdiendo, y que hoy vemos que las rucas ya no son rucas. Entonces, nosotros, Elicura y yo, los cuales compartíamos con nuestros abuelos, donde había en el centro un fogón ardiendo y nosotros hacíamos nuestra vida  día a día alrededor de ese fogón.

Hola, señora Graciela. Soy Jonathan, el otro estudiante, y yo también le haré unas preguntas. Por ejemplo, nuestra temática es que el mapuche está excluido de esta sociedad y lo vemos en el plano social y cultura, y en el programa escolar que no reconoce la cultura mapuche. ¿Usted qué podría decir de eso?
Esto no es de ahora, esto es históricamente. Incluso hubo una época del año 50 más o menos en que se trató de eliminar cultural y físicamente al mapuche, y antes era mucho peor. Y si bien hoy día se está dando a conocer muy levemente, se está dando a  conocer en los colegios y centros culturales, y se está dando a conocer la historia o los poetas indígenas y lenguas indígenas, y ha sido una batalla a través de décadas que hemos dado los escritores para podernos situar dentro de la educación escolar chilena. Siempre ha habido un rechazo. Incluso la justicia a nosotros nos encarcela. Pero cuando llegamos a votar nos vienen a tocar la espalda a los indígenas, pero cuando están electos nos vienen a hacer la segregación entre sociedad chilena y mapuche. Y esta es la pelea que hemos dado los escritores por situarnos dentro de la sociedad chilena. Nosotros no somos más ni menos que la sociedad chilena, somos iguales, pero se nos cataloga como una subsociedad de la sociedad chilena. En consecuencia de que es al revés, nosotros somos lo máxima sociedad chilena. Nos tomó 300 años para entregarle a los chilenos una sociedad independiente, y esto no se ha reconocido jamás. Entonces, no se ha reconocido jamás, y no se va a reconocer solamente hoy día, sino que van a pasar muchos años para reconocerse.  Y no solamente el pueblo mapuche, sino todos los pueblos originarios.

Con respecto de ese sentimiento de sentirse excluido. ¿Usted lo ha plasmado en alguno de sus poemas?
Eso es lo que yo hago, ese es el sentimiento que me mueve, que me motiva a yo dar a conocer esos textos. Son textos que vienen desde ahí, nacen desde ahí, desde que no me decían mapuche sino india, y desde entonces que viene ese sentimiento de poder dar a conocer la historia de mi pueblo.

Si tuviera que decirnos sus poemas más significativos, ¿Cuáles podrían ser, que reflejen ese sentimiento?
Yo creo que los cantos de “Los cantos de José Loi”, “El Hualinto”, “La máscara del hambre”, el mismo “Salmo 1942”, “La voz de mi padre”. Esos son textos en los cuales hicimos de la palabra para emitirlos a la sociedad chilena.

Como último favor, ¿Podría recitar su poema favorito?, ¿Podría recitar algún otro?
Te voy a recitar los cantos de “José Loi”, es uno de mis poemas favoritos, escrito a mi bisabuelo. Como te dije, lo tomé y la recolecté y la puse en el libro “Hualinto”. Si lo buscas en internet podrías ponerlo en tu tesis. Dice así:

Vuelven
en primavera
donde el campo generoso
honra con los árboles
el paso inmortal
de mis abuelos.
Los cantos de mi padre
cuando borracho de sueños
en el país de mi infancia
me enseñaba la ruta
que siguen las estrellas.
A veces lágrimas
traían las noches de invierno
al enseñarme a descifrar
los cantos de la montaña
a comunicarme con los pájaros
en su idioma infinito
y a entender el mensaje del viento
en remolino sobre el río.
Ahora acuñado sus cantos
a mi vestido digo:
La primera escuela de mi raza
es el fogón
en medio de la ruka
donde arde
la historia de mi pueblo.

Muy bonito poema, doña Graciela. Bueno, nosotros le agradecemos por su tiempo. Y si usted tiene algo que agregar…
Por el momento no, pero si tienen alguna preguntita más que hacerme, me mandan un correo, y si quieren que les mande el poema, me mandan un correo y yo los ayudaré lo más que pueda.

Bueno, le agracemos por su tiempo.
Gracias a ustedes por tener en cuenta mi poesía.



Investigadores: Jordan Caviedes, Jonathan Villar. Santiago de Chile. Diciembre de 2012.

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